Área UCI implementada por el GRA no funciona. Nosocomio no tiene cupo para hospitalizar más pacientes COVID-19.

A pesar de que el Gobierno Regional de Áncash minimiza el estado de emergencia de los hospitales locales por la pandemia, la verdad es que la situación es mucho peor de lo que señala el discurso oficial. Al día de hoy, por ejemplo, el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón tiene disponibles solo dos camas UCI para pacientes COVID-19 (con ventilador mecánico) y ni una más para hospitalización (con oxígeno).

El hospital regional tiene en su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para COVID-19 un total 6 camas con ventiladores mecánicos, pero a la fecha solo 4 están operativas —es decir en funcionamiento— porque a las demás les faltan otros equipos adicionales. De esas 4 camas operativas, solo 2 están desocupadas.

Mientras tanto, en el área de hospitalización COVID-19, el Regional tiene 52 camas operativas, es decir que cuentan con punto de oxígeno, balón, manómetro y bolsa de reservorio donde se coloca al paciente; además del personal de salud básico: médico, enfermera y técnico. Sin embargo, todas esas camas están llenas. No hay cupo para nadie más.

Estos datos fueron proporcionados por el presidente del Cuerpo Médico, Leandro Pérez Rodríguez, quien ya ha sido tildado de “impertinente” por el director regional de Salud, Luis Huamaní Palomino, por contar la realidad del nosocomio de Nuevo Chimbote.

El médico aclaró que hasta el momento, el pabellón de 13 camas para hospitalización habilitadas por el GRA en un edificio de material prefabricado, construido en los jardines del hospital, no pueden ser utilizadas porque no cuentan con lo necesario para estar “operativas”.

“Ahí están sus 13 camas; está el punto de oxígeno, pero no hay un manómetro, no hay bolsa de aire, no hay enfermera ni médico. Significa que si yo meto a un paciente, seré denunciado por abandono del paciente porque lo estoy enviando a un lugar donde va a morir, porque nadie lo va a ver (…) Esa área está de depósito”, afirmó.

MÁS MUERTES QUE ALTAS

Leandro Pérez mostró su preocupación porque el hospital regional tiene más muertes que altas. Dijo, por ejemplo, que si actualmente hay dos camas UCI COVID-19 disponibles es porque los pacientes fallecieron.

“Eso es lo lamentable. Estamos recibiendo pacientes solo porque se muere la gente. Ya tenemos más de 80 pacientes muertos y para nosotros eso es desastroso. Tenemos 84 muertos y 56 hospitalizados, y hemos tenido 180 internados en general, o sea que solo 40 se fueron de alta; la alta es muy pobre”, afirmó.

Mencionó que la baja cantidad de altas se debería a la falta de equipos, personal y medicamentos. “Faltan medicinas: no hay metilprednisolona, exoparina, invermectina”, aseguró.

“También nos faltan enfermeras. Hay dos enfermeras que atienen a 27 pacientes y el paciente está abandonado porque no se dan abasto, pues, porque son pacientes delicados. Por lo menos necesitamos 4 enfermeras. La enfermera pasa, cura, toma la presión y después no lo ven todo el día”, señaló.

El dato

Pérez  Rodríguez propuso que se creen “boticas itinerantes” donde se vendan medicinas a bajo precio porque sobretodo las que se usan para tratar la COVID-19 escasean y por ello se venden a precios exorbitantes.

“Antes una ampolla de metilprednisolona costaba 10 soles y ahora la venden a 140 soles; un paracetamol de 10 céntimos lo venden en 10 soles. Entonces, la gente no trabaja y encima tiene que comprar, ya no puede; lo peor es que no hay”, comentó.

(Redacción El Ferrol)

 

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