Director del plantel da una semana a la Subregión Pacífico para que entregue carpetas, mesas y sillas, de lo contrario tomará acciones legales.

Luego de dos meses de haber recibido oficialmente su nuevo local, el colegio Víctor Andrés Belaúnde, de Chimbote, no recibe aún los muebles y las computadoras para los escolares, a pesar de que un acta de compromiso fijó como fecha límite para la entrega el 31 de octubre del año pasado

El director Ricardo Falla Enríquez lamentó que solo se haya hecho entrega de la infraestructura y dio un plazo de una semana a la Subregión Pacífico para hacerlo. De lo contrario, anunció, tomará acciones legales contra esta unidad ejecutora del Gobierno Regional de Áncash que estuvo a cargo de la reconstrucción.

El docente detalló que las cosas faltantes son: 450 carpetas unipersonales, 22 escritorios con sus sillas, 30 computadoras con sus módulos (aunque la Subregión Pacífico dice que son 25), 3 impresoras, 1 ecran y 1 proyector.

“Sin embargo, ninguno de estos artículos está en poder del colegio y preocupa. Así no podemos empezar el año escolar de manera semipresencial. Por culpa de esta situación, no podremos”, sostuvo Ricardo Falla.

El director resaltó que los equipos de cómputo que la Subregión Pacífico dice haber entregado solo están en calidad de custodia, en el almacén del centro educativo. “Solo hay 24 computadoras en sus cajas, algunas sin teclado y otras sin mouse. ¿De qué entrega se habla? Esa no es la formalidad”, remarcó.

La Subregión Pacífico entregó el nuevo local del plantel el 29 de octubre del año pasado. La infraestructura consta de cinco pabellones, uno de tres pisos y cuatro de dos, más laboratorios de Cómputo, Física y Química. Los artículos no entregados están contemplados en el expediente técnico del proyecto de inversión.

OCHO AÑOS DE ESPERA

La remodelación del local del Belaúnde tardó ocho años. Se inició el año 2013, durante la gestión del encarcelado exgobernador regional César Álvarez Aguilar, pero se paralizó cuando tenía el 25 por ciento de avance físico, por no contar con certificación presupuestal y problemas con la carta fianza.

La obra estuvo abandonada hasta 2018 cuando se decidió reiniciarla. Sin embargo, se volvió a paralizar por los mismos problemas de antes. En 2019, durante la gestión de Juan Carlos Morillo Ulloa (hoy con prisión preventiva por presuntos actos de corrupción), se retomó con una inversión de 4 335 000 soles para su culminación.

(Redacción El Ferrol)


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