Lluvias elevan caudales de los ríos Nepeña, Larea y Loco. El primero se elevó de 0 a 5 metros cúbicos.

Una buena noticia. El volumen de agua del valle Nepeña, en la región Áncash, aumentó esta semana debido a la aparición de las lluvias. Tras cuatro meses de escasez hídrica, los ríos Nepeña, Larea y Loco elevaron sus caudales por las precipitaciones pluviales ocurridas desde este lunes.

Los ríos incrementaron sus caudales desde ayer, aseguró el jefe de Operación y Mantenimiento de la Infraestructura Hidráulica (Opema) de la Junta de Usuarios Nepeña, José Jiménez Soto. El aumento permitirá que los usuarios del valle Nepeña rieguen sus campos agrícolas por más tiempo y con más cantidad de agua.

“Luego de las lluvias, que iniciaron el lunes por la tarde en Moro, Jimbe y Pamparomás, en el río Nepeña el caudal se incrementó a 5000 litros (5 metros cúbicos por segundo); en el río Larea, 1 metro cúbico y medio; y en el río Loco, 800 litros, en el sector de Tambar”, precisó.

Los agricultores del valle Nepeña sufren la escasez del recurso hídrico desde octubre del año pasado. La situación se prolongó hasta el día 13 del presente, mayormente para los usuarios del distrito de Moro, donde, en algunos sectores, la frecuencia de riego se ampliaba hasta dos meses.

El río Larea tenía un caudal, hasta el lunes 13 del corriente, de 80 a 100 litros; el río Loco, de 150 a 200 litros; y el río Nepeña, 0 litros. El poco volumen de agua perjudicaba enormemente a los agricultores de los sectores de Pocós, Macash, Larea y Monte Común.

HAY ESPERANZA

José Jiménez comentó que, a pesar del retraso con que llegaron las lluvias este año, en la junta Nepeña tienen la esperanza de que estas no se vayan, y el valle cuente con agua hasta abril. De ser así, el tiempo entre riego y riego se reducirá a la mitad.

“Por ejemplo, si antes regaban cada quince días, ahora (los usuarios) regarán por ocho días; la frecuencia de riego se acortará; si antes era por media hora o una hora, ahora será por más tiempo”, dijo el jefe de Operación y Mantenimiento.

Las precipitaciones que se producen desde el lunes por la tarde son un gran alivio para los agricultores del valle Nepeña, pues muchos perdieron plantaciones de palto y mango. La reducción de sus cosechas ya tiene un efecto negativo en sus ganancias.

(Con información de la junta Nepeña)


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